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Había una vez...un niño y su cachorro que así conversaban ...
por Rosa Taragano de Azar
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Los padres de Andresito le regalaron a su hijo el perrito que tanto deseaba. 
Le entregan ese pequeño y peludito cachorro con su naricita húmeda, ojitos ansiosos y cuerpo tembloroso que clama en silencio ¡llévenme de regreso..muéstrenme el camino...mi mamá me llama.....!

Andresito lo toma entre sus brazos y aunque un soplo helado parece recorrer por sus venas, el cachorrito como en un ensueño tocado por una varita mágica levanta sus ojitos tristes para fijarlos en su nuevo compañerito..

Pasados algunos instantes en que una corriente misteriosa y sublime parece fusionarlos, siente que el niño lo apreta contra su pecho mientras parece decirle....no temas pequeño amiguito...yo te cuidaré.... velaré tu sueño... te amaré.... y tú... me enseñarás a quererte, respetarte y sentirme orgulloso y digno de contar con tu amor y amistad.

Andresito y Pedrito que así llamó a su perrito, lanzando a ratos estridentes gritos de alegría corren por el parque en actitud y paso gallardo. Un mutuo lenguaje se ha establecido entre ambos, secreto, misterioso y como una aparición radiosa, una mutua confianza se posesiona de ambos.

De pronto Pedrito le dice a Andresito........ no tires de mi cola, no me arrastres ni me cuelgues de ella... ¡Duele.. duele mucho!... Es como si a ti te colgaran del brazo o una pierna. Estoy seguro que no lo haces adrede, que aún no comprendes la diferencia que existe entre un muñeco de trapo y un perrito u otro ser vivo lleno de vida, sensaciones, sujeto a experimentar dolor, soledad, temor........ ¡Eres mi amigo!... ¿no ves que estoy sufriendo, temblando, y que mi corazoncito parece estallar en mi pecho?

En brazos de Andresito, Pedrito hundíase en su contacto con el niño y un sollozo que parecia transformarse en plegaria parecia surgir de sus húmedas pupilas. 
Andresito apenado le contestaba..perdona querido amiguito ¡no lo sabia!.....

Pasaban los días y Andresito sin saber porqué, tiraba de las orejas de Pedrito, que incapaz de rebelarse por su nobleza, volvia a implorar a su amiguito.... No me tires de las orejas, no ves como me hace sufrir..... ¿tus padres no te enseñaron como debes tratar a tu cachorrito?

Claros resuenan los gritos de alegría de ambos que pasan los días felices hasta que un dia....Andresito sube a su cachorro sobre una mesa y lo deja solito.
Pedrito clavó sus ojos suplicantes en la figura de su amiguito que se aleja. ¿Cómo seguirlo? Tembloroso mira hacia abajo mientras el miedo invade su cuerpo y la soledad en esas alturas lo aterran. 

El cachorito grita...¡Andresito..Andresito..escucha mi llamado, el latir de mi corazoncito!. Aquí arriba parece que el viento sopla en mis oidos y una amenaza acecha mi vida. Siento miedo de largarme ¡bájame por favor y nunca vuelvas a dejarme allí arriba, es como si estuviera en una alta montaña con un abismo a mis pies!

Jugaban...corrían.....sintiendo ambos el fluir de la sangre jóven en sus venas, .la alegría de una vida plena, saludable, compartida por igual.

Durante esa algarabía Pedrito le hablaba así a Andresito: 

Cuando fui separado del lado de mi mamá, me sentí como arrojado a un abismo, el viento azotando temeroso en mi entorno, y desde el fondo de mi alma, aterido de miedo, un grito desesperado y silencioso brotaba de mi ser.
Pero en tus brazos, sentí como una forma de armonia nos envolvia mientras palabras en un idioma desconocido brotaban de tus labios, y entre tus risas de alegría y mi llanto silencioso asomaba apenas pugnando por emerger, algo tan hermoso y sublime como el amor entre un niño y su perro.

Es asi que estrechándome entre tus brazos, pugnando por mirar dentro de las profundidades de tus pupilas, envueltos en una sutil nube, un juramento de respeto y amor nos hicimos.

Así le conversaba Pedrito a Andresito, quién comprendiendo sus palabras silenciosas le respondia al oido. Aquí en mi pecho hallarás abrigo y de las grietas del camino te apartaré. Siempre mirando hacia adelante, fusionados nuestros sentimientos y en simbólico abrazo caminaremos juntos.

Mientras la lluvia pimaveral descendia y mojaba los vidrios... Andresito y Pedrito sentados en el suelo y como tendidos en el campo se estrechan, se revuelcan y rien...rien....mientras la esencia de sus almitas se confunden y una silenciosa conversación se entabla entre ambos...

Envueltos por una magia que parecia abrazarlos, las palabras iban descendiendo lentamente de la boca de Pedrito que por momentos, clavando sus ojitos en los azules ojos del niño, explicaba porqué a veces hacia cosas que no estaban bien, recibiendo reprimendas y reproches de la madre de Andresito.

Cuando fui recibido en el seno de tu hogar, sólo traía un pequeño manojo de conocimientos que respondian a mis condiciones atávicas. Una boca para morder y ladrar cuando me sintiera solo, asustado o con hambre. Un cuerpo que no podia controlar y algunas mañas desconocidas para mí. 
Pero.... también traia una gran voluntad para aprender y complacer...amar y recibir amor....

Debes entender amigo mio, que debo ser enseñado a convivir en tu mundo que será el mio también. Es fácil decir puedes jugar con este zapato viejo pero no con el nuevo. ¿Cómo puedo diferenciar si para mi ambos son iguales y huelen igual?

Para que no juegue o muerda lo que no debo, me deben dar algún juguete diferente o una pelotita para poder gastar mis energias. De ese modo sabria lo que puedo tocar, pués por instinto mi única forma de jugar es con mi boca y dientes, especialmente cuando cortan mi encia y me hacen doler.

Mientras se escuchaba el crujir de las hojas secas bajo sus pisadas, caminaban juntos con una sonrisa feliz dibujada en sus labios, sintiéndose invadidos por las ansias de sumergirse en las profundidades de un sueño feliz.

Las palabras seguian brotando en tropel de la boca de Pedrito impulsado por un extraño sentimiento que lo embargaba. Siendo un pequeño cachorro no puedo controlar mis necesidades y a veces ensucio donde no debo. No lo hago adrede o porque soy malo, sino porque no me han enseñado donde debo desocuparme ni me han dado un poquito de tiempo para aprender y condicionar mis necesidades.

Mientras sus siluetas se reflejan contra el limpido azul del cielo, entregados a juegos infantiles, se codean y chocan en el entrevero. Sus gritos felices despiertan las aves que levantan su vuelo compartiendo ese sublime momento que alumbra y perfuma la tarde.

Pero llega un dia en que Andresitro, con un sentimiento desconocido en su corazón le pega a su amiguito, quién sin comprender su actitud y respondiendo a su innata delicadeza, exquisita sensibilidad y honestidad, recibe ese castigo con humildad aunque con silencioso llanto.

Mientras su corazoncito se encogia por el dolor de recibir un castigo inmerecido, así le decia a Andresito con palabras balbucientes como para no herirlo. .Andresito..cuéntame tu pena...dime..¿que resentimiento oculto se ha posesionado de ti que en tu exasperación buscas descargar en mi? 

Y con amable voz intentaba explicarle que cuando la ira invade nuestros pensamientos, debemos expresarlos acudiendo a nuestros padres para así echarlos de nuestra mente comprendiendo su motivo. Si así no lo haces, crecerán y se reproducirán dañando tu propia estima y la de tus padres. Cometiendo actos que no condicen con tu hermoso coranzoncito pleno de ternura e inocencia. 

Al manifestarse así, una amplia sonrisa se dibujaba en la cara de Pedrito que con su infinita humildad le revelaba su mal accionar y mientras una luz alumbraba los celestes ojos de Andresito que rompía su obstinado silencio, se hundian nuevamente en su inocente y sana niñez.

Pero un dia triste, con nubarrones que se oponian a su alegría y sobrecogía lo más profundo de sus corazones, ven como un perrito era abandonado en la calle, y sintiendo ambos el llanto y plegarias de ese inocente angelito..... Pedrito... sin poder contener sus lágrimas, así le decia a Andresito que compartia su llanto

Andresito, en un mundo sin amor, sin risas ni voces, abriéndonos paso en la enmarañada selva de cemento, en un abrazo con la desesperanza, una sola pregunta revolotea por nuestra mente como ave desorientada en su vuelo....... 

Dime ¿nuestra corta vivencia junto al hombre puede ser producto de un simple capricho del momento para luego abandonarnos? 

¡Pobre perrito abandonado! el siente ese mundo frio que su alma sobrecoge y mientras apresura su paso deteniéndose de a ratos, sigue.....sigue.....sin saber a dónde........ Busca desesperado esa mano amiga que lo abandonó.... esa voz que nunca llega.....y ya para él... el sol se oculta dejando tras de sí nubarrones que se ciñen en su entorno. 

Y con silencioso llanto va cayendo en un ensueño ....entregándose al recuerdo del amigo.... ¡que no lo quiso!......Alza su cabeza buscándolo y luego la inclina cerrando sus ojitos sin saber que en el fondo de su almita solo desea ser rescatado por su angelito guardian.......

Mientras las lagrimas brotaban de los ojos de Andresito que desde el fondo de su alma escuchaba las palabras de su amiguito asi le respondia

Pedrito en tu vida intentaré poner la luz del entendimiento del cruel accionar de algunas personas y juntos lucharemos por todos los perros y demás animales del mundo para que sean felices y se les respete el lugar que en la creación del univeso le ha sido destinado.

En un mundo sin cantos ni voces salvajes, sin ladridos ni relinchos, sin sueños ni despertares felices.... solo....solo..... el hombre se encontrará al pie de la barranca atisbando en la lejanía por ver.....un solo pájaro.....un tigre......un pequeño perro....

Extraido del libro "Cachorros" de Rosa Taragano de Azar con autorizacion de la autora. http://www.perros-argentinos.com.ar/rosatdeazar/

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