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Artificios
por Jacquelin Fraser
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Arnie estaba decidido a ganar el torneo de pesca de las Islas Cayman. El se jactó de sus hazañas de pesca hasta que varios deportistas apostaron con él. Al comenzar el concurso, había suficiente dinero en juego por lo que la mayoría de los isleños estaban ansiosos por ver quien iba a pescar la pieza más grande. Pero Arnie no tenia en cuenta el premio en dinero de los apostadores. Hombre exuberante, incitó a la gente a apostar para que el concurso llamara más la atención. El verdadero motivo de Arnie era la fama.
Una multitud se reunió en el muelle cuando llegaron los botes de pesca y los concursantes pesaron su captura. Arnie llamó por la ra-dio. "Estamos llegando," dijo. "Apronten sus chequeras."
Arnie y sus compañeros necesitaron ayuda para subir el gigante pez azul a la balanza. Se hizo un silencio. Solo funcionaban las cámaras fotográficas. Nadie notó cuando uno de los ayudantes le susurró algo a un juez. El juez desenfundó un largo cuchillo y lo clavó en la panza del pez. "Descalificado!" anunció.
"¿Por qué?" "¿Qué ocurrió?" se preguntaban unos a otros. Todos menos Arnie. El sabía lo 
que estaba mal. Alguien había advertido que el pez no estaba bien. Arnie pensó que un día al sol iba a descongelar al gigante que había comprado en una isla cercana dos semanas antes y había preservado cuidadosamente en su refrigerador. Pero cuando solo penetró la mitad de la hoja del cuchillo antes de chocar con hielo, en cambio de fama él encontró infamia. Haciendo creer que todo había sido una broma, Arnie extendió cheques por varios cientos de dólares y desapareció en unas largas vacaciones. El supuso que en dos meses todos iban a olvidar. Tres años más tarde, yo estaba en un bote de buceo de Gran Cayman. Mientras preparábamos nuestros tanques, pasó un bote de pesca. El capitán de nuestro barco tomó su radio. "Eh, Arnie," llamó, "¿tratando de comprar un pez?" Toda actividad competitiva tiene sus Arnies, y ellos pueden perjudicar algunos deportes más que otros. La pesca es una gran diversión, pero nuestras exposiciones caninas además tienen el propósito de mejorar las razas ayudando a seleccionar los planteles de cría.


CON ATRACCION O CON ARTIFICIOS
"Fingir es una derrota de los principios de la crianza de perros de pedigree," dice el juez Jack Potts. "Un ejemplar ganador tope que ha sido alterado en apariencia o temperamento solo agrega a las generaciones una mala carga genética. De acuerdo con Jack, "gente desesperada necesidad de triunfo para sostener su ego" son los que van a recurrir a la ficción.
La handler profesional Jamie Abhalter concuerda con que la alteración cosmética lleva a la degeneración de la raza perpetuando defectos genéticos. Ella dice que las exposiciones caninas se supone que permiten a los criadores ver en directo el posible plantel de crianza, y alterarlo convierte en una burla este propósito porque "lo que uno ve en la pista no es lo que uno va a obtener". Mientras que la descripción de Jamie de la clase de persona que va a alterar un perro suena como la de Jack, ella agrega que a veces "todos piensan en ello."
"La regla es clara," dice el representante del AKC, Arthur Marsh, refiriéndose al Capítulo 14 Sección 8 del Reglamento de Registro y Exposiciones y al Capítulo 1 Sección 16 del Reglamento de Obediencia. "Atañe al juez descubrir alteraciones cosméticas". Arthur admite que puede ser difícil determinar si un perro ha sido teñido, pero previene, "si el juez lo descubre, uno está en graves dificultades". El también hace una clara distinción entre teñir, lo que es ilegal, y poner tiza, la que es considerada una sustancia limpiadora y debe ser removida antes que el perro entre a la pista.

JUEGOS DE MENTE
Un cariño equivocado probablemente motiva muchos casos de alteración cosmética tanto como lo hace un rapto de egolatría. El drama usualmente comienza de una de dos maneras.
Uno compra un potencial cachorro de exposición que crece atractivo excepto de que su nariz no es de un color negro pleno como lo demanda el standard de la raza. Pero a sus cariñosos ojos el es demasiado hermoso para no ser un ganador. Un día uno oye sobre un artista del tatuaje. . .
O tal vez como criador uno ha estado tratando de poner una cabeza típica en un frente excelente y finalmente crió uno con la expresión y el frente de sus sueños. Pero el perro lleva su cola levantada, y el standard pide un porte de cola bajo. Uno recuerda haber visto otros
jóvenes perros con mal porte de cola perder y "aprendió" la importancia de una cola correcta.
Ahora ambos argumentos se vuelven uno. O uno se entrega a los juegos de mente, o no. Los juegos de mente comprenden engañarse a uno mismo con pensamientos tales como: Amos tiene el mejor temperamento, o es el más inteligente o el más vistoso representante de su raza. Su nariz, su cola u orejas o su color es un poquito defectuoso. No sería justo que Amos no Ilegue al campeonato. La cirugía, el tatuaje o el teñido han hecho que Amos lo lograra, y el dueño de una hermosa hembra pregunta por sus servicios de stud. Practicando el autoengaño, nuestra mente dice que no ofrecer a Amos en stud sería injusto para la raza.
Reprimirse de los juegos de mente incluye reconocer que si uno "corrije" a Amos, otros van a perder injustamente contra nuestra perfección fabricada. Cuando lo ofrecemos en stud, los dueños de las hembras van a pagar por el servicio enviándolas para ser engañados como si su pedigrée hubiera sido falsificado. Y el defecto "del que uno se libró" volverá para perseguirnos. Incluso si los cachorros de Amos casi no tienen el problema, este aparecerá nuevamente probablemente en los nietos. Por supuesto algunos de ellos podrán de cualquier forma ganar. Sus dueños también podrán recurrir al engaño.

DESANDANDO DIEZ AÑOS
Era importante que María se viera lo mejor posible en la nacional de la raza. Ella era la hembra fundadora de su dueña. Su criadora iba a estar allí, y no la había visto por años. Algunas personas que tenían sus hijos y nietos iban a verla por primera vez. Y, lo más importante, pensó su dueña, allí iba a estar Straw-berry Fields. Años atrás, la hermosa hembra roja había competido con María ganando los puntos y reservada. Ahora ambas estaban llegando a los diez y ambas eran madres de decenas de campeones destacados nietos. La dueña de María usualmente se enorgullecía de ser racional ¿Había alguien llegado a estar tan obsesionada con ganar la categoría veteranas? pensó.

CASI PERFECTA 
Ella subió a María a la mesa de grooming por enésima vez, se alejó de la brillante hembra atigrada oscura. Su línea superior ya no era perfecta, pero aún era mejor que la de algunos jóvenes campeones. Incluso su línea inferior era bastante linda, con solo la suficiente flojedad como para jactarse de que había criado algunos cachorros, pero no tan estirada como para estar colgante. Su cuello aún arqueado, su movimiento airoso y sus ojos chispeantes como siempre. Pero su expresión estaba mal. Ella se veía dulce. María era dulce, pero siempre se había visto tremenda. Una angosta mancha blanca sobre la negrura de su cabeza usualmente le daba un aspecto serio aunque flexible. Ahora la mancha estaba escasamente perceptible. El gris en el hocico de María se había extendido hasta abarcar casi toda su cara.
"Pinte esto con Q-tip, espere veinte minutos y limpie el exceso con agua tibia," había dicho el peluquero. "Es totalmente seguro, y esa vieja dama suya va a verse nuevamente como una cachorra. Pero no le ponga ningún shampoo. Cinco lavados y ella volverá a ser gris."
¿Ella podría? ¿Ella debería? No sabía. Siempre se había preguntado como alguien po-día disfrutar ganar con un fraude, pero hacer que la cara de María se viera como la naturaleza la había hecho antes que la edad la cambiara realmente no era un fraude. Solo un grooming intensivo. Falta una semana para la exposición, pensó. Si la baño ahora puedo evitar bañarla nuevamente. Entonces, si me decido a hacerle la cara...
Ella tomó el pequeño frasco en una mano y el Q-tip en la otra mientras se arrodillaba, estudiando la cabeza de María para asegurarse de delinear su marca exactamente como había sido. María se lamió la nariz. "No estoy haciendo esto para mí", se dijo. "Lo estoy haciendo porque María ha sido terrible toda su vida y merece verse lo mejor posible. Nada menos sería injusto para ella." 
Convencida, preparó el Q-tip y cuidadosamente, practicamente un pelo a la vez, tiñó la cara de María. Ella dejó un poco de gris alrededor del hocico para que se viera natu-ral. Veinte minutos más tarde, la mitad de los años de María habían desaparecido. "Wow," dijo mientras la secaba, "apuesto a que estás contenta ahora."
María siempre estaba contenta después de un baño. Ella bajó y saltó sobre el regazo de Sunny. La niña de once años la palmeó, luego se detuvo y le clavó la vista. "¿Qué tiene en la cara, mamá?" preguntó. "va a hacerla ganar?"
Trate de convencer a un niño que Ud. lo hizo por el perro, o por el criador o por la gente que tuvo sus cachorros. No lo intente. Los niños ven el razonamiento de los adultos con el corazón. Trate de vivir este ejemplo.
"No, solo lo he hecho para divertirme recordando como se veía. Eso se lava. Ayúdame a lavarle la cara" dijo.
Era una suerte que a María le gustara el agua. Llevó seis o siete enjabonadas volverla nuevamente una vieja dama.
Siempre creí que solo los más despreciables tramposos iban a pintar a un perro, pero supongo que es difícil predecir lo que uno puede pensar en un momento de debilidad. Estoy contenta que la dueña de María me dejo explicar cuan cerca estuvo de perder su integridad y de mancillar la memoria de su gran perra. Fue fácil relatarlo porque tuve una vieja hembra atigrada oscura con una cara totalmente gris. Su nombre era Ch. Fraja's Black María CD, y ella ganó categoría veteranas Exposición Nacional de 1983.

(De American Kennel Gazette)

Agradecemos al Sr. Darío Fogolín, propietario de la revista "Showdog" el habernos autorizado a reproducir este artículo.

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