Los mitos
sobre los perros me fascinan. Es interesante observar las
falsedades mantenidas a través de generaciones, y verlas crecer y
florecer con el agregado y embellecimiento de cada nuevo grupo de
convertidos a su causa. Estoy impre-sionada por la santidad que se
le da a lo que aparece publicado, incluso ideas que no tienen ningún
fundamento real. Como escritora, se lo fácil que es procla-mar un
error como verdadero, y que lo que aparece publicado es solo tan
con-fiable como el conocimiento y la integri-dad de su autor puede
hacerlo. Pero la generalidad de los lectores tiene un to-que de
fidelidad hacia la palabra escrita. Y esta fidelidad hace posible
que los mitos sobre la estructura, comporta-miento y técnicas de
entrenamiento de los perros continúen para reclutar nue-vos
adeptos a sus causas, aunque ellos puedan no tener ningún
sustento en la realidad. Entonces, a través de déca-das, estos
debates continúan mientras nuevas generaciones de adeptos de
ambos lados defienden sus puntos de vista.
Uno de los más perdurables de estos debates es el que sustentan
los entre-nadores que usan técnicas de entrena-miento con comida
y los entrenadores que abjuran de ellas. Esta confrontación viene
al menos desde la Primera Guerra Mundial, cuando había una gran
competencia en el entrenamiento de perros entre los ingleses y los
alemanes. Los entrenadores ingleses de esa época usaban técnicas
con comida. Del otro lado, los alemanes sostenían firmemen-te que
los perros debían trabajar no por la comida sino por el cariño
de su amo, más una buena dosis de disciplina. Ac-tualmente hay
entrenadores que pare-cen incapaces de distinguir la diferencia
entre cariño y disciplina.
Luego vino B. F. Skinner para asustar a la comunidad científica
con sus cajas y palomas y roedores entrenados. Y dio estado científico
a algo que era sabido desde hacia mucho: que el entrena-miento con
comida funciona. Varios li-bros de entrenamiento de perros están
basados en sus métodos.
Punto y Contrapunto
¿Cuáles son las objeciones más co-munes dadas al uso de
comida? ¿Y cuál es la verdad sobre ellas? Lo que nunca dicen los
que lo objetan es que el entre-namiento con comida no funciona. Si
no funcionara, no habría ninguna contro-versia porque nadie lo
usaría. A mi per-sonalmente me gusta el uso de comida, porque no
funcionaría ante la presencia de dolor y esto asegura que el
entrena-miento va a ser no violento. Uno no puede usar
correcciones rigurosas y comida simultáneamente porque el temor
elimina el apetito. Un perro asus-tado no va a comer. Entonces
mientras los enemigos de la comida admiten que es efectiva,
protestan por otras cosas.
UN PERRO DEBE TRABAJAR POR CARIÑO, NO POR COMIDA:
¿Quiere decir esto que si yo entreno a mis perros con comida
ellos me van a odiar? Tengo novedades para ustedes. Mis perros me
aman. Y sea que los entrene con comida o no, ellos van a seguir amándome
por-que su afecto está basado en el tiempo que pasamos juntos y
nuestra relación, no por toda la comida que les presente en su
plato al final del día, o porque algo de su comida pueda
llegarles en forma de pequeños obsequios que se puedan ganar.
EL ENTRENAMIENTO CON COMIDA ES ANTINATURAL:
¿Cuáles son las motivaciones primarias de un perro sal-vaje?
Si hablamos de verdaderos pe-rros naturales como lobos y coyotes
¿Qué los motiva? Básicamente lo que los motiva es la comida y
el sexo: la comida para mantenerse con vida y el sexo para
perpetuarse en las siguientes generaciones. Pero el sexo es un
evento de una vez por año mientras que la comida es una práctica
diaria. Ellos cazan; ellos viajan en busca de la presa. Ellos usan
mucho de su tiempo despiertos trabajando por la comida.
Se determinó que los animales en los zoológicos son más felices
si su comida no se les da directamente en un plato. Ellos
necesitan más que solamente ser alimentados. Ellos necesitan
tener una actividad que los mantenga alejados del aburrimiento o
de llegar a comportamientos destructivos como morderse el pelo o
caminar sin motivo. Entonces muchos zoológicos recientemente han
agregado una variedad de ingeniosos sistemas de alimentación que
tanto alimentan como entretienen al animal. El más simple es
desparramar paja en el piso y esparcir la comida para que tenga
que ser buscada y ganada. Más complicados son los troncos
artificiales en los que los animales pueden acceder a un gatillo
que libera un pellet de alimento.
¿Los osos en los zoológicos piden maníes al público porque su
dieta es deficiente en maníes? Si esto fuera cierto podría ser
remediado agregando maníes a su alimentación ¿O es lo que
anhelan como interacción con el público? El oso hace una prueba
y el público se comporta como un dispensador de alimento y le
arroja un obsequio. Les ayuda a pasar el día.
Los animales, especialmente los más brillantes, tienen una amplia
variedad de habilidades que en la vida salvaje los ayudarán a
obtener su propia comida. Cuando simplemente les suministramos su
comida en un plato, estamos privándolos de la oportunidad de usar
esas habilidades. El entrenamiento con comida les da la
oportunidad de usar inteligencia y energía para perfeccionar una
nueva habilidad para conseguir co-mida. En cambio de tender una
celada a su presa, ellos aprenden a dar vuelta, a hacer presa, a
rastrear o a desarrollar rutinas habilidosas. El preciso detalle
de lo que ellos están aprendiendo no es importante; lo que están
haciendo es ganarse su comida a través de sus ac-ciones, y eso
les da la convicción que controlan su propio destino. La obten-ción
del alimento cambia de un asunto fuera de su control a algo bajo
su con-trol.
LOS ENTRENADORES QUE DAN COMIDA HAMBREAN A SUS PERROS SI NO
RESPONDEN:
Esto va en contra de una realidad médica. Si un perro no está
regularmente bien alimentado, su nivel de azúcar en la sangre
disminuye y sus habilidades de desempeño decrecen. Algunos
animales entrena-dos profesionalmente trabajan para toda su
alimentación. Me vienen a la memoria los delfines y leones
marinos. Y no hay nada de malo en ello, pero esto requiere que el
animal tenga acceso a frecuentes sesiones de entrenamiento con
comida. El programa en un parque de animales se basa en esto. La
vida de la mayoría de los entrenadores de pe-rros no.
Los perros estarían contentos de tra-bajar por toda su comida.
Son los entre-nadores quienes no tienen tanto tiempo de
entrenamiento disponible. Entonces los perros son alimentados como
cual-quiera (en el caso de los míos dos veces por ida), y la
comida de entrenamiento está compuesta de premios de especial
interés tales como galletitas o hígado.
¿Es rehusada la comida si el perro no ha adquirido una particular
habilidad? No. En cambio el perro es ayudado a actuar
correctamente para que pueda ser recompensado. Con tiempo y
repe-tición, el perro se gradúa más allá de la necesidad de
ayuda. Un buen ejemplo es con el rastro. No hay nada de malo en
que un perro complete exitosamente una práctica de rastro y sea
recompen-sado por ello. El único cuestionamiento es si él lo hará
independientemente o necesitará ayuda para completarlo. Pero todo
rastro que se complete co-rrectamente recibirá su recompensa. Si
yo decido que un perro en particular necesita recibir todo su
alimento para mejorar su motivación, esta es una de-cisión que
no se puede hacer a la ligera. No es inconveniente para un perro
cuya ingesta se mantiene inalterable. El reci-be su alimentación
usual. El sólo la tiene al final de su prueba. Pero es un
sustan-cial compromiso de mi parte; esto es que voy a entrenar a
ese perro cada día por un mes. Aunque sea brevemente, deberá
tener un entrenamiento cada mañana.
LOS PERROS NO PUEDEN PENSAR ANTE LA PRESENCIA DE COMIDA:
Generalmente escucho esto de perso-nas que nunca han enseñado a
sus perros que la comida puede ser ganada. Cuando empiezan a
ofrecerles comida, sus perros se la arrebatan. Por otro lado, si
yo sostengo en alto un trozo de comi-da, o solo la busco en un
bolsillo, mis perros probablemente se quedarán como preguntando
"¿Qué es lo que de-seas que hagamos?" Ellos están
pen-sando como locos sobre cual de sus rutinas hará que mi mano
lleve la comi-da a sus bocas.
El primer paso en el entrenamiento con comida es enseñar a los
perros que uno les va a dar comida. El segundo paso es enseñarles
que la comida puede ser ganada, que ellos controlan la comida, y
que por su comportamiento pueden hacer que uno abra la mano y les
dé la recompensa. Como método de entrena-miento, puede
significar que el perro tiene un aparente control, y este puede
ser el motivo por el cual los entrenado-res que se basan en la
disciplina lo odian tanto. Ellos deben estar "bajo
control." Yo me figuro que mientras el perro esté haciendo
lo que deseo, yo estoy con el control. Es un control más sutil y
de segundo nivel, pero control al fin.
LOS COMPORTAMIENTOS LOGRADOS CON ENTRENAMIENTO CON COMIDA, NO
SON UN APRENDIZAJE REAL. SOLO SON TRETAS Y RUTI-NAS NEGLIGENTES:
Aprendizaje es aprendizaje; hábitos son hábitos; y me-moria
es memoria. Son todas cosas reales que ocurren a todo ser
viviente. Son eventos y procesos y como tales no vienen provistos
de juicios de valor. Aprendizaje es aprendizaje, no aprendi-zaje
"real" vs. "irreal". La formación de hábitos,
que es la base de la mayor parte del entrenamiento de los perros,
no es ni mala ni buena. Algunos méto-dos son más rápidos o más
lentos en crear nuevos hábitos o eliminar viejos, pero esas son
medidas de efectividad, y el último hábito no es malo o bueno
como resultado del método que lo creo.
Es verdad que los hábitos son memo-ria preprogramada, cosas
aprendidas tan bien que requieren muy poca consi-deración
consciente. La formación de hábitos requiere una gran cantidad
de memoria activa y cambiarlos requiere aún más, pero ejecutar
un hábito no requiere mucha memoria consciente.
Esto es por lo cual los hábitos son útiles. Si cada persona
tuviera que pensar sobre todo lo necesario para conducir un automóvil,
las autopistas serían lugares aún más excitantes de lo que son.
Cada uno de nosotros hicimos eso cuando recién comenzamos a
aprender a conducir, cuando estábamos formando nuestros hábitos
de conducción. Pero ahora dejamos que esos hábitos manejen la
parte rutinaria de la conducción por nosotros. Todo aprendizaje
de habilidades es una formación de hábitos. Desde esquiar hasta
operar una computadora, el mundo está lleno de hábitos. Solo la
investigación intelectual de nuevos asuntos está libre de hábitos,
y esto no es algo que a menudo pidamos a nuestros perros.
EL USO DE COMIDA DE ALGUNA MANERA HACE INFERIOR AL APRENDIZAJE
RESULTANTE:
Todos sacan información de su experiencia de vida. Yo aprendí
a nadar a una edad temprana con la ayuda de unos hot dogs y
sundaes como premio ¿Semejante corrupción llevó a posteriores
problemas? No, y no interfirió para que luego llegara a ser una
nadadora competitiva en el colegio. Una vez adquirida, esa
habilidad fue disfrutada tanto como si hubiera sido lograda por
motivos no alimenticios. Cuanto usamos y disfrutamos una habilidad
tiene que ver con cuan buenos somos en ella, no con la motivación
original que tuvimos para aprenderla. Análogamente, el ser
premiada parece que me dejó mi curiosidad intacta, de otra manera
ya hubiera dejado hace años de buscar temas para mis artículos.
En Pocas Palabras. . .
Entonces, habiendo respondido a las objeciones más comunes ¿Por
qué uso entrenamiento con comida? Porque es un método
no-violento que ha sido probado como efectivo en todo, desde
personas hasta palomas, con perros y delfines encajando entre esos
extremos. Provee una manera de enseñar estrictamente mediante una
motivación positiva. El entrenamiento con comida crea perros que
absolutamente me van a pedir una sesión de entrenamiento porque
en sus mentes el entrenamiento está asociado con momentos
placenteros y recompensas por el trabajo bien hecho, tanto como
una oportunidad de conectarse conmigo y mostrarme su iniciativa y
habilidades aprendidas.
De American Kennel Gazette
Agradecemos al Sr. Darío Fogolín, propietario de la revista
"Showdog" el habernos autorizado a reproducir este artículo. |